Le veo caminar del otro lado de la calle.
Con regocijo, sacudo una mano en el aire,
El mismo aire que ahora mismo nos separa.
Gracias a Dios que logra ver mi gesto,
Devolviendomelo, y pintandose una
Sonrisa en el rostro.
Es tan tierno verle sonreir,
Que con mil atomos en su lugar,
Palillos y dominós no podría imitarsela.
Casi tres meses sin vernos,
Yo como siempre exagerando
Como si hubiesen sido tres años.
Por su parte, el siempre tan pasivo y paciente.
Con ese no-importa-lo-que-piense-el-resto' tipo de actitud.
"Fue un largo verano, sin tí"
Le digo como una tonta, mirando sus ojos,
Y perdiendome en ellos
Como si fuese un juego más de mi consola.
Puede que realmente no este ahí,
Y tambien puede que esto también sea
Parte de la imaginación.
El dice que tiene que irse,
Que ha sido un placer verme,
Que me ha extrañado mucho,
Y tiene que hablar seriamente conmigo.
Bueno, prefiero no imaginarme nada,
Pues de otra forma me iría muy mal
Cuando me coma la ansiedad y yo sin enterarme.
Dice que pasará por mí en tres horas,
Si entonces estaba libre podiamos
Hablar de los muchos
Temas que hemos dejado pasar
En estos últimos tres meses.
Pregunto por su novia, y que ha sido de ella...
El pregunta por mi novio, el que nunca existió,
Sobre el cual he mentido diciendo que
Estaba estudiando en Canadá.
Sonrío nuevamente, y creo que ha
Notado que llevo las mejillas rojizas,
Pues ese ardor conocido salpica mi rostro.
¿Por qué siempre te muerdes los labios
Cuando te pregunto algo, o me sonrio ante tí?
Ignora la pregunta, y se va corriendo,
gritando a todo pulmón:
"Luego te llamo!"
Ahí quedé sobre un banquito marrón,
Viejo, y desolado pensando en que le
Diré si llama, si va por mí.
Sin más ni menos,
Con mochila a mano,
Y a andar me lancé.
A contar las horas,
A no estar cerca del telefono,
Y ojala y sonara cuando me estuviese
Duchando. Que todos necesitamos un poco
Del mal sabor a los labios.
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