[Septiembre 11]

El dolor en mis pensamientos,
Los mismo que me hicieron pensarte ayer.
Ya diré que realmente no me harán faltas.
Sin embargo creo que me equivoco.
Me equivoco al pensar que no vale la pena;
Que no vale la pena....pensarte,
O siquiera decir que te pienso.
No vale la pena tampoco mentir.
Quizás a tu punto de vista,
No me desviva por tí. ¿Qué puedo decir?
Muy posiblemente y me evite desvivirme,
Y ya te explico porque.
- No quiero sufrir, ni sufrirte.
- No quiero tampoco hacerte sufrir.
- Al paso al que voy...puede que me altere el simple hecho de no hablarte.
- Extremadamente para mis gustos.
- Preferia el que no me hayas gustado, mas mi tonto corazón...
Tiene mucho que decir de tí.
El dolor en mis manos,
Que puede que no sea de la ausencia de tu tacto;
Igualmente de sentir tu piel bajo mi piel...
Puede que sea mi insistencia a escribirte,
A quererte, a constantemente buscarte.
Aunque no quisiera rogar, probablemente eso sea lo
Unico que aprenda a hacer contigo.
De extrañar tus ojos, tus labios; la sonrisa hermosa
Que me suele iluminar. De extrañar tus gestos,
Tu cara...Todo aquello que llevas. ¿Qué más?
Si no tu nombre. Si no tu vida, tu existencia tan lejos a la mía.
Pero no dejo de pensarte.
Estoy entre paredes, entre almas.
Y sin embargo pensando en tí.
Sin embargo quisiera buscar una voz que pudiera imitar a la tuya.
Quisiera encontrar a una persona, que a ti pudiese parecerse.
Si pudiera encontrarte, si estuvieras...
Entre arboles, en pardes, en la voz de otros,
En el rostro de otros. Pero no estás!? Dime,
¿Por qué no estás? ¿Por qué te vas? ¿Por qué no llegas?
¿Por qué me hieres? ¿Por qué insistes en alejarte?
¿Por qué insisten en alejarnos? ¿Qué hice yo?
¿Qué hicistes tú? Como si no tuviera suficiente
Con no poder dormir en tí?
No dejo de pensarte, no dejo de imaginarme
Que te tendré en mis brazos.
Que agotaré tu oxigeno, tus labios. Me agotaré la vida.
Que terminaré con mi deseperación, y tu ansiedad.
Que tengo que decirte,
Que es una pena, compartir contigo mis dudas.
Estas dudas que quisieran apoderarse de mí.
Tendré la tendencia a pensarte, a buscarte,
Siquiera a llamarte; obviamente a querer relatarte
Con almas que por aquí quieran pasar.
Una urgencia a quererte, o mimarte
(Aunque así no lo parezca); esta dependencia
A tu nombre, y querer tener tus letras
Pegadas a mi piel.