[XIV]

En noches de lluvia, como esta y como alguna otra...
Cuando pienso verte en todas partes, e igualmente quisera
Hundirme en tus ojos. Hundirme en tus ojos, porque
Son mi escondite, mi vida, mi ser. Me cuelo en ellos,
Como haría en la oscuridad de la noche, mientras
Lentamente va adquiriendo espacio en la cama,
En ese espacio que dejas, especialmente para mí;
O quien sabe si no es para alguien más.
En noches de lluvia, pienso en colarme ante tu cuerpo,
Cerrar nuestras distancias, una pulgada más.
Tan solo una pinta más, y ya estaré entre mis brazos;
Como buscaís refugio entre los míos.
El niño de mi vida,
El que siempre he querido, y nunca tendré.
Como una sombra bajo mis ojos,
Y mis pupilas te suelen seguir.
Como una sombra, y somos uno...
Bajo el marco de esta ventana.
El niño de mi vida, el que pinta mis labios,
Y quisiera deletrear mis sentimientos.
Eres el niño de mi vida, el que extraño por las noches,
El cuento bajo la sombra de la habitación,
Que solo la alumbran tres luces;
Tres luces que van encendidas por el brillo de tus ojos.
El niño de mi vida, el que no espera nada a cambio.
En noches de nieve, de grandes tormentas
Que dormir no me dejan. Que empiezo a contar tus lunares,
Y me enloquecen. Que estas enganchado a mis labios,
Envenenado a mi mirada. Como si no te pudieses
De mi desenganchar...Y ya me ves, mirandote...
Contandote los paso, impidiendo que te levantes solo
Para ir a ducharte. Como si fueses realmente mi niño,
Simplemente un bebé. Al que trato de cuidar, día
Y noche; como si no quisiera perder esos ojos...
O esos labios de carmín...Los que suelo probar,
Y hasta pintar, sabiendo que no te gusta.
Siempre es un placer disgustarte a causa de mis labios.
El niño de mi vida,
El que siempre he querido, y nunca tendré.
Como una sombra bajo mis ojos,
Y mis pupilas te suelen seguir.
Como una sombra, y somos uno...
Bajo el marco de esta ventana.
El niño de mi vida, el que pinta mis labios,
Y quisiera deletrear mis sentimientos.
Eres el niño de mi vida, el que extraño por las noches,
El cuento bajo la sombra de la habitación,
Que solo la alumbran tres luces;
Tres luces que van encendidas por el brillo de tus ojos.
El niño de mi vida, el que no espera nada a cambio.